Si permaneces quieto
dejas de ser río,
te has vuelto un estanque,
y la vida
ya no fluye a través de ti.
Las flores
se abrirán en primavera,
pero a menos que abras tu ventana
nunca advertirás su fragancia.
Los pájaros
volverán del invierno una y otra vez,
pero si no levantas la mirada al cielo
ni siquiera podrás enterarte.
El sol
sin duda saldrá mañana,
pero si dejas cerradas tus puertas
sus rayos JAMÁS iluminarán tu cuarto.
– Martha Morris